viernes, 15 de octubre de 2010

Textos diversos de V.M. (10 de octubre)

Titulares de "Público":


"EL DINERO PUBLICO SOSTIENE
UNA PATRONAL MASTODÓNTICA.

La CEOE ingresa 587 millones de euros al año,
de los que más de 400 millones son subvenciones oficiales / Los fondos financian un engranaje de 21 vicepresidentes , 221 directivos y 3.729 empleados / La organización mantiene en secreto sus cuentas."
-¡Naturalmente! Faltaría más... Con esas cuentas del "Gran Capitán", debe haber resultados "mastodónticos"... Sobre todo que no se entere el buen pueblo soberano, sobre todo nada de puñetazos plebeyos sobre la mesa. Las cuentas claras... y el chocolate espeso.
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Titular:
La CEOE, un gran negocio engrasado con dinero público.
Mueve 587 millones al año y de cada diez euros que ingresa siete son de subvenciones públicas
- Vaya, vaya... Con eso van a decir que se cae en la funesta manía no de pensar... sino de "contar". Pero sigamos con otro titular:

"Las cuentas auditadas de la CEOE son secretas hasta para su cúpula".

Hay un chiste de Vergara con el dibujo de una pareja de ancianos con cara de no entender nada, con el siguiente pie:
"El presidente de la patronal CEOE, tras la reunión mantenida este mediodía con sus VEINTIÚN VICEPRESIDENTES, ha vuelto a arremeter contra lo que ha denominado "la BUROCRACIA de las organizaciones sindicales".
Pues sí...
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Bueno, ¡ojalá hayan salido ya los mineros!
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De un artículo de Luís GARCIA MONTERO:
"Algo va muy mal" - "En poco tiempo se han perdido derechos conquistados en un esfuerzo de siglos".
Dios mío, nunca como en estos tiempos se habían averiado tanto los despertadores... Yo creo que necesitamos, no uno, sino varios relojeros.
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Bajo una preciosa fotografía con el pie:
"Foto de familia de miembros del Gobierno, presidentes autonómicos y dirigente del PSOE con José Luís Rodriguez Zapatero, en la sede socialista de Ferraz."
¡Buena suerte!
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Víctor Mora

1 comentario:

Ebravor dijo...

Yo, más bien creo, amigo Víctor, que lo que necesitamos no son sólo relojeros sino un cambio de maquinaria. Es una verdadera pena que este reloj tan hermoso, y que echó a andar hace siglos, no haya tenido los cuidadores que su grandeza merecía. ¡Lástima de reloj de engranaje enmohecido, oxidado, paralizado... por egoísmos sin límite! ¿Cuántas horas amargas le quedan aún por marcar a sus agujas maniatadas y parapléjicas..?