Pero volvamos a la Mujer, con mayúscula...
En los tiempos modernos,en Occidente sobre todo, la mujer ha evolucionado considerablemente, muchísimo a la hora del trabajo de todo tipo, de la A a la Z, e incluso son ya muchas las científicas de todo el mundo que ya van, por ejemplo, tras las huellas de Madame Curie,por decirlo de alguna manera.
Hoy en día el “segundo sexo”,como decía mi admirada y respetada Simone de Beauvoir, sigue algo mejor de cuando ella se ocupó meritoriamente de él.
La “mercancía mujer”, tratada por los miserables chupa-sangres prostibularios, convertidos en hombres-de-negocios(¡?) (también a veces hay algunas mujeres “negociantes”, por desgracia)proporciona ganancias más que extraordinarias... ¡FABULOSAS!
Y no es cuestión de dejar de sorber, como sanguijuelas vampíricas,los tiernos y bellos años jóvenes femeninos,en este mundo idílico y maravilloso nuestro donde, como estamos más que hartos de saber, todo son facilidades miríficas para desdichadas muchachitas lindas abandonadas, y sin recursos de ningún tipo. ¡Que nadie se ponga a llorar...! Hace milenios que esto es así, y el mundo no se hunde, dirá un “optimista” entre comillas.
Nuestras “muchachitas lindas” encontrarán pronto “trabajo a destajo” y, estando ojo avizor, evitarán llegar a la vejez, con molestias evitables (nada, fruslerías, la sífilis y otras dolencias así de “simpáticas”).
Y bueno,todo lo que les puede pasar, es que acaben retirándose cual maquina estropeada, trasto viejo que ya no funciona, ni tiene reparación posible alguna... Bueno, ¿y qué? pensará siempre el mundo “civilizado” capitalista. No somos nada. Pero nos queda queda lo principal: el DINERO. ¡Poderoso caballero es Don Dinero! Pensar que lo íbamos a olvidar... ¡Don Dinero, contante y sonante!
Víctor Mora
(Continuará)
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